Tuesday, October 31, 2006

Nota autobiográfica en construcción.

Una nota autobiográfica en el sentido de la etnometodología para entender la micro cultura.

En el ámbito de los desarrollos sociales, mientras mayores son los logros alcanzados, más difícil resulta dar pasos significantes en lo sucesivo. En rigor, este axioma, que parece aplicable a cualquier ámbito de lo real y formaría parte de lo que bien podríamos llamar lugar común, por su inmediata comprensión referencial, y no es así restringido al mundo de las relaciones sociales, dónde lo señalamos, esconde, sin embargo, tras su aparente facilidad unilineal, la condición de las transformaciones de la cantidad en cualidad, que es principio fundamental de toda dinámica, es decir de todo movimiento y en rigor de toda forma de vida.

La reciente presentación de nuestro LINC para el 1er Congreso Iberoamericano de E-Gov, dónde nos esforzamos por presentar la nuestra como una experiencia exitosa, nos permitió darnos cuenta de estar inconscientemente reproduciendo un mecanismo que nos pareció haber detectado en otras ocasiones al interior de los organismos del Estado y que es en gran medida culpable de que nuestros avances no sean todo lo significantes que quisiéramos, esto es: ocultar a la opinión pública y a nosotros mismos las dificultades que tenemos para llevar a cabo nuestra labor en pro de la sociedad en su conjunto.

No será obviamente falto a este detalle, el que mi trabajo sea presentado en una suerte de semi-clandestinidad… que aunque en ciertos aspectos me asemeja a Giordano Bruno… por cierto no en el del logro de mis descubrimientos, ni –tengo que apresurarme a declarar, públicamente-, en que el Gobierno democrático, socialista y progresista en que estamos ¡válgame Dios!, fuera a tener algo de inquisitorial-, sino simplemente porque no se ha producido el cambio cultural que permita reconocer lo bueno (suponiendo que existiera), ni dejar las malas prácticas (suponiendo que las hubiere…). Así, me comprometí, con la jefa del programa en que trabajo, a dejar claramente establecido que esta ponencia, sus contenidos y la forma en que las exprese, son de tipo "personal" y no dan cuenta de una posición institucional. Sin embargo, cabe acotar esta declaración de individualidad a las condiciones del contexto en las cuales sino se desarrolla, al menos emerge, por cuanto es de esta institución que se ha producido y respondió a una cierta voluntad política, aunque esta haya cambiado… no podemos pensar en el gobierno como un ente monolítico y panóptico que solo en la jerarquía encuentre su esencia, que no permita la diversidad de criterios y que niegue los cambios que efectivamente ocurren, presentándose siempre como igual a si mismo. Porque no es así.

De aquí, no obstante una primera constatación, El Estado, es un sistema, al menos en cuanto a que nuestra acción en ámbitos diferentes y separados de su accionar, incide sobre el conjunto de sus elementos y de la totalidad social. Dicho de otra manera, aunque nuestras acciones definidas por las dinámicas y necesidades propias de la sectorialidad considerada, se lleven a acabo de manera descoordinada, inciden de hecho, sobre el conjunto de la sociedad, lo que quiere decir que al objetivarse en el espacio social, se articulan. Necesariamente. Lo que es una forma particular de output de esta máquina especial… que –en su modo de funcionamiento ideal, es decir, sin interferencia de los media, ni la propaganda-, se traduce en los resultados electorales que obtenemos.

La idea anterior, es en rigor la aplicación de la noción sistémica a las condiciones del Estado. Es lo mismo que ocurre en todo órden de casos, al cabo, es decir: se replica en el conjunto, el efecto de lo que se ha logrado en uno de ellos. Por cierto, hay variaciones que revisten mayor importancia que otras, así, es el tema de la resonancia morfogénica y el de las tecnologías, que impactan sobre el medio y el mind set, aunque no se tenga acceso directo o comprensión de su uso. Como un sistema vial, y un transporte público, impacta sobre el medio, aunque no sea utilizado por uno mismo…

Resultaría de interés en consecuencia, que trataramos de hacer una revisión de los tiempos que vivimos, en el ámbito que nos convoca. Y esto es el estado del estado…

Si como dice nuestra presidente, “la ética está en el centro de nuestras preocupaciones”, ello pone a la filosofía –de vuelta- en nuestro ámbito. De varias maneras podemos imaginar que esta es una de las características de la época, que pasa de la estructura material concreta de la sociedad industrial a la condición etérea de las percepciones digitalizadas de la información significante que marcan los flujos intuitivos de la sociedad del conocimiento.

Que la comunidad informática del gobierno haya cambiado a “comunidad tecnológica” del gobierno, es una señal de lo que estamos diciendo: los temas de conexión se tratan cada vez más de maneras en los cuales la participación de diferentes disciplinas aparece como necesaria. En esto sin embargo en nuestro país no se ha avanzado mucho.

El grado de desarrollo de la cultura como una relación entre pensamiento y acción. En mi unidad, se nombró a cargo, a un informático, que tiene encriptados los sistemas de acceso y la simple información que debe ser abierta para todo el mundo, resulta ahora que hay que conseguir claves de acceso… los sistemas, en manos informáticas, se hacen cada vez más difíciles y para expertos, la tendencia tiene que ser al revés. La tecnología que no está decididamente al servicio de las realizaciones humanas, simplemente no cumple su objetivo…

El espacio en que nos movemos es cibernético, las relaciones que se produzcan en su interior, son ciberculturales y las consciencias que de ello den cuenta, son ciberpolíticas. Aún cuando todo ejercicio que se inscriba en el ámbito de lo político deba remitir al poder, este no siempre reviste las mismas características ni remite a la misma tipología. De hecho, uno de los objetivos de este ejercicio que no tiene objetivos, será fijar las características de esto que llamamos cyberpolítica. Y para ello resulta necesario definir que el espacio del poder en la era de la globalización del capitalismo tardío, es el mundo, es decir el planeta. La totalidad del planeta, es la figura icónica del poder en nuestros días, de allí la importancia suprema de la ecología como ecosistema global y del mundo de lo natural, que cada vez se proyecta más lejos, como podemos ver con el agujero de ozono, mundo natural, ciertamente, pero ya en la estratosfera. A medida que nuestro conocimiento humano se va haciendo mayor, las categorías que lo representan, van alcanzando también dimensiones correspondientes.

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